El nuevo rumbo de las pensiones en Colombia


La reforma pensional en Colombia es un tema de gran importancia, pues impacta directamente en la vida de millones de colombianos. El sistema actual enfrenta desafíos como el envejecimiento de la población, la alta informalidad laboral y la limitada cobertura, lo que ha llevado al gobierno a plantear cambios estructurales para hacerlo más inclusivo y sostenible.
En 2024, el presidente Gustavo Petro promovió una reforma pensional en Colombia con el propósito de crear un Sistema de Protección Social Integral para la vejez, destinado a brindar cobertura a todos los colombianos, tanto en el territorio nacional como en el extranjero. La reforma, sancionada en julio de ese año, se basa en cuatro pilares fundamentales:
- Pilar Solidario: Ofrece un apoyo económico mensual de 223.800 pesos a personas mayores que se encuentran en situación de pobreza extrema, pobreza o vulnerabilidad.
- Pilar Semicontributivo: Dirigido a quienes, aunque no lograron cumplir los requisitos para pensionarse, cuentan con semanas cotizadas en Colpensiones o ahorros en fondos individuales. Este pilar garantiza una renta vitalicia basada en el capital acumulado y un subsidio adicional que varía según el género.
- Pilar Contributivo: Cubre a los afiliados que cumplen con las condiciones para acceder a una pensión integral de vejez, invalidez o sobrevivencia. Colpensiones administra los aportes correspondientes a los primeros 2,3 salarios mínimos, mientras que las AFP gestionan las cotizaciones superiores a ese límite.
- Pilar de Ahorro Individual Voluntario: Pensado para quienes tienen la capacidad de realizar aportes adicionales con el fin de mejorar su pensión futura. Los fondos se mantienen bajo la administración de las AFP y se trasladan a Colpensiones únicamente en el momento del reconocimiento pensional.
El sistema pensional colombiano tiene dos regímenes principales: el Régimen de Prima Media (RPM) administrado por Colpensiones y el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad (RAIS) gestionado por fondos privados como Skandia, Porvenir y Protección. Mientras el (RPM) se basa en la contribución de los trabajadores activos para financiar las pensiones de los jubilados, en el RAIS cada persona acumula sus propios ahorros. Sin embargo, ambos modelos enfrentan dificultades para atender las necesidades de la población.
La reforma pensional también está vinculada al papel del Administrador Colombiano de Cesantías y Ahorros Individuales (ACCAI), un actor relevante en la gestión de ahorros para la vejez. El ACCAI tiene la responsabilidad de administrar eficientemente los fondos de ahorro voluntario y obligatorio que complementan las pensiones tradicionales, especialmente en el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad (RAIS). Su participación es crucial para garantizar rendimientos sostenibles y preservar el capital de los cotizantes, ofreciendo alternativas viables frente a las limitaciones del Régimen de Prima Media.
En el contexto de la reforma, el ACCAI desempeñaría un rol clave en el fortalecimiento del pilar de ahorro voluntario, que se plantea como una opción fundamental para quienes deseen complementar su pensión básica. Una administración efectiva de estos recursos por parte del ACCAI contribuiría a una mayor flexibilidad financiera en el sistema y ayudaría a los ciudadanos a planificar mejor su retiro, siendo un aliado estratégico para enfrentar los retos económicos de la vejez.
Uno de los problemas más críticos es la baja cobertura, ya que solo una parte de los adultos mayores accede a una pensión. La informalidad laboral también dificulta que muchos trabajadores completen las semanas necesarias para pensionarse. Esta situación se agrava por las desigualdades en el acceso a beneficios, donde quienes cotizan en el sector formal y tienen mayores ingresos suelen estar en mejores condiciones.
Para enfrentar estos retos, el gobierno ha propuesto una reforma pensional que contempla la creación de un sistema de pilares. Este incluiría un pilar básico solidario financiado por el Estado para garantizar una renta mínima a los adultos mayores en situación de pobreza, un pilar contributivo en el que los trabajadores aportarían a Colpensiones hasta cierto límite, y un pilar de ahorro voluntario gestionado por fondos privados. Además, se plantea revisar la edad de jubilación y el número de semanas requeridas para pensionarse, un tema que genera opiniones divididas.
Otro aspecto clave es incentivar la formalización laboral, con el fin de que más trabajadores puedan cotizar y acceder a una pensión. Las propuestas han generado reacciones diversas: mientras algunos sectores consideran necesarias las reformas para garantizar la sostenibilidad del sistema, otros advierten sobre posibles afectaciones, como incrementos en la edad de jubilación y reducción de beneficios.
La reforma entrará en vigencia el 1 de julio de 2025, y su implementación busca superar retos como la baja cobertura y la alta informalidad laboral, con el objetivo de construir un sistema más equitativo y sostenible para la protección de las personas en su vejez.
El papel de entidades como Colpensiones, Skandia y Porvenir será fundamental para adaptarse a los cambios, ofrecer soluciones y responder a las nuevas necesidades del mercado laboral. La participación activa de todos los actores involucrados será clave para construir un sistema más justo y sostenible, que garantice una vejez digna para todos los colombianos.
Tres datos curiosos sobre la reforma pensional en Colombia
- Doble cotización internacional: Si resides en el exterior y cotizas en un país con convenio pensional con Colombia, tus semanas pueden sumarse para obtener una pensión.
- Envejecimiento acelerado: Se estima que, en 2050, uno de cada cuatro colombianos será mayor de 60 años, lo que aumenta la presión sobre el sistema pensional.
- Evolución histórica: El primer sistema de pensiones en Colombia surgió en 1915 para empleados ferroviarios, mucho antes de consolidarse un esquema nacional.
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